Reencuentro
>> 30 de marzo de 2011
No estaba esperándote, aliviaste mi soledad
no estaba preparado para ofrecerte mi amistad
desde que me dejaste me sumí en la oscuridad
hoy que estás conmigo volvió a mi la felicidad.
Aquella fría noche de invierno te encontré
nos pusimos a hablar y sin pensar te besé
durante todo ese tiempo que fueras mía deseé
y ahora que te tengo, en verdad no sé que hacer.
Volviste a mi no sé por qué razón
si siguiendo un dictado de tu corazón
o atendiendo a una necesidad de amor
o pretendiendo calmar tus ansias de pasión.
Hoy siento que te necesito más de lo razonable
hoy creo que nuestra relación es muy factible
deja que tu corazón, tu alma y tu cuerpo hablen
pues son ellos los que tienen la verdad indefectible.