Y lloré

>> 19 de agosto de 2012

Lloré por mí porque sufro las consecuencias de mis propios actos fallidos, porque ando perdido en este laberinto que parece sin salida. Lloré por la confianza que ahora no brindo, por el amor que por vos siento y no logro demostrar.
Lloré por mis limitaciones de ser humano, egoísta, sensiblero, distraído, que no me permiten comunicarme, comunicarte todo lo que mi corazón guarda. Lloré por no poder compartir mis cosas, mis palabras, por temor a malos entendidos, por miedo a la incomprensión.

Y lloré por vos, mi amor por siempre, mi luz y mi aire, por tu encierro en tus cosas, importante pero más fáciles de sobrellevar y solucionar de a dos. Lloré por tu amor que siento he perdido, que me ha brindado mucho más de lo que yo puedo agradecer y devolver.
Lloré por tu indiferencia que estoy sufriendo, pues siento que para vos ya no valgo nada, ni siquiera el tiempo que podríamos pasar juntos. Lloré porque extraño tus abrazos, tus besos, tu aroma a mujer, extraño tus dulces y bellas palabras, tus caricias, extraño todo de ti, incluso extraño tus lágrimas.

Y lloré por los dos que parecemos empeñados en romper esa magia que nos unió desde el primer momento, esa química que produce estrellas en nuestros ojos y saltos en nuestros corazones. Lloré por los errores compartidos que siempre se pagan a plazo y en dolorosas cuotas, lloré por este maldito presente que me aotrmenta día y noche. Y lloré por el futuro que no compartiremos, por los proyectos que no se cumplirán, por las palabras que el viento borró.

Mi alma llora lágrimas de sangre, mis ojos derraman sal y mis labios en un desesperado último esfuerzo, pronuncian tu nombre.

3 comentarios:

Anónimo,  21 de agosto de 2012, 6:25  

a cada cual su tiempo, acompañar en la espera, aceptar las decisiones

un beso

Etienne 5 de septiembre de 2012, 5:38  

Sería más bien una especie de válvula de escape, cable a tierra.
Besos!!

Anónimo,  30 de octubre de 2012, 19:02  

Que hermoso lo que escribiste. Un desahogo total. En mi opinión personal, nunca hay que guardarse lo que uno siente, de esa manera la gente que realmente se interesa logra conocernos y nosotros nos quitamos ese peso de encima, el temor a la aceptación de nuestras ideas. Me marcó especialmente lo que cuentas de "el futuro que no compartiremos, por los proyectos que no se cumplirán, por las palabras que el viento borró"... Para mi ha sido el mayor dolor. Es ver el futuro soñado como una hazaña imposible, un futuro que no se puede lograr solo.
Bueno me quedo en tu blog :) saludos!!!

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